It's Raining

Este es el primer año que vivo la lluvia como se tiene que vivir: MOJADO; y es que siempre habia vivido tan cerca del colegio (como 2 cuadras) que aunque estuviera lloviendo a cantaros nunca me mojaba tanto, en cambio ahora todo cambió (si, nuevamente los cambios), ahora que vivo lejos la cosa es diferente, la pura caminata a la micro es más de lo que caminaba a el cole, y más encima hay q mamarce todo el tiempo de esperar al infeliz del bus con un paraguas hecho añicos y una parca que cada vez se pasa más. Adentro del vehiculo la cosa no es mucho mejor, no no noooo... porque además de que va llena se gotea!, te mojas igual. Para rematarla las maratones bajo la lluvia entre el paradero y el aula 9 te los compró. Una vez adentro por lo menos te puedes divertir mirando a tus compañeros entrando tanto o más mojados que uno, y no falta el que anda en auto y llega sequito... hijo de puta.
A pesar de todo esto, este nuevo contacto con la lluvia no ha hecho más que despertar un nuevo amor hacia ella. Raro considerando que acabo de escribir todo un parrafo enmierdando el agüita que cae del cielo, pero es que me he dado cuenta que Concepción no es Concepción sin las continuas precipitaciones que nos azotan. Además es gracias a ellas que luego del invierno llega la primaera llena de colores y sensaciones. Me gusta la lluvia, asi tal cual es: húmeda, fría, enfermante (porque enferma), indefinida, transparente, melancólica y embellecedora.
El otro día el carrete de Marcelo, luego de ir a dejar innecesariamente a Patty viví un momento especial... iba pasando al frente del arco y simplemente la U se veia tan linda que no pude aguantarme dar un paseito. Eran las 5 AM, estaba lloviznando y la U estaba vacía. Un guardia me miraba quizas pensando que era un malandra o simplemente veía como disfrutaba aquel momento tan raro y especial. Ahí frente al foro me recriminé el no andar con la camarita amiga, pero pensandolo bien es mejor asi porque ahora ese recuerdo es mio propio y aunque lo relate aquí nunca podran imaginarcelo como yo lo recuerdo. Sí, hoy me siento egoista con lo recuerdos... mala cuea.
En fín, gracias lluvia, precipitación, llovizna y tus otras 257 denominaciones por existir y embellecer los días pajeros.
Mañana disfrutaré de ti y de otro amigo íntimo: El Mar.
Se despide un admirador.